Personas buenas

Trabajé durante un par de años como agente sensibilizadora, capatadora de socios, "peona" de una o.n.g.

Con las respuestas, gestos, actitudes de la gente frente a la injusticia, el dolor, el hambre, las enfermedades curables que matan a tantísimos, una se da perfecta cuenta de cómo es que las cosas van como van y no solo por culpa de los gobernantes de turno.

Pero en medio de todo eso...cuánta gente buena.

Recuerdo la pareja de peluqueros con una sesibilidad tal que se le saltaban las lágrimas por no haber sabido antes de las cosas de las que les informaba (y eso que les contaba lo menos dramático) y que se llevaron un montón de panfletos para contar todo lo que pudieran a sus clientes; o la mujer de 55 años que había perdido todoa ilusión de que este mundo fuera menos apeor despué de haber vivido la transición con todas sus manifestaciones y con todas las ganas grandes cambios sociales y que hoy no veía hechos realidad...empezó a mostrarme su desencanto y acabó dándome besos y abrazos y ojos brillantes porque desde la o.n.g. al ser independiente no calla nada, no dejan de denunciar; o el chico rumana que andaba en bicicleta que y se me paró a decirme que no tenía dinero pero que "a una currante hay que cuidarla" y me dio una blosa y se fue corriendo en su bici: la bolsa contenía un donut y un té, quedé alucinada; y todos los sin papeles que directamente venían a decir cómo podían ayudar...esto me impresionaba tanto...y me dejo muchísima gente buena que nutria mi labor de pequeño eslabón para que unos pocos puedan salvar auqne fuera una sola vida ( que son más de millones de vidas en realidad).

Me dejo a muchisimas personas, que en medio de tantos "noes", malas caras, cambios de acera, y a veces insultos, no pueden hacer estén donde estén, más que cosas buenas.